Además, los trabajadores le responden al informe del Gobierno con un documento que explica la realidad que en la que estuvieron y están los talleristas. Lejos de las mentiras del Gobierno que dice que el tema ya está solucionado, están hoy todos sin trabajo ni cobertura social. Transcribimos el documento titulado:

"La realidad es la única verdad"

Hace más de una década que los responsables de talleres culturales se encuentran en situación de inestabilidad y precariedad laboral. Y desde el año 2013 se generó un proyecto de ley para regularizar esta situación, de este modo se le otorgase el derecho que le era negado "La estabilidad laboral", el que fue presentado ante la legislatura provincial. En todo este período de tiempo, nunca se logró encontrar una buena recepción por parte del poder ejecutivo y legislativo.

Llegado a la realidad del mes de diciembre de 2015, estando todos los trabajadores en licencia anual reglamentaria, se produjo el cese de las horas de los responsables de Talleres de manera intempestiva. Afectando las distintas áreas de Talleres Culturales, destinados a niños, jóvenes y adultos.

El rol que cumple el Responsable de Taller es semejante a la función que cumple el docente frente al grupo de alumnos. Es decir, ambas tareas tienen como fin la transmisión de conocimientos. Esa semejanza que existe aun cuando el objeto de la enseñanza sea diferente (en algunos casos técnicos, en otros artísticos y/o ancestrales) lo que nos permite ampararnos en la Ley nacional 26206 y Ley provincial 1018. Hoy un informe de la actual gestión estipula que de 170 talleristas en total, 5 eran funcionarios, 10 eran planta permanente (que si dentro de sus funciones estaba coordinar un taller, no se entiende cual sería el limitante), 1 vivía en Buenos Aires (aunque su trabajo justamente consistía, según dice el mismo informe, en asistir con talleres a los derivados a esa ciudad). Este informe intenta justificar la baja de todos los talleristas. ¿Y los otros 154? Una de las irregularidades observada en el informe hace referencia al espacio que se desarrollaba en un domicilio particular, las actividades en este ámbito también se notificaban y aprobaban desde la Secretaría, además subrayamos que se llevaron en este lugar, en el mes de febrero, las reuniones con el actual Ministro de Gobierno Gastón Díaz y su comitiva, quien mostro su asombro y aprobación del espacio, comprometiéndose a mediar para resolver rápidamente esta grave situación del personal de los Talleres. Este informe desconoce que los talleristas tuvieron que deambular por muchos lugares hasta finalmente poner plata de sus bolsillos para construir ese espacio que benefició a Cultura Provincial; ahí no hubo aprovechamiento, al contrario. Para saber si el taller funcionaba no había más que ir a los mismos (sus horarios y lugares donde se dictaban estaban publicados) o preguntar en la institución que se dictaban. También se podía chequear viendo los cierres de fin de año y los informes auto evaluativos presentados por los coordinadores de cada taller. Si todo eso no fue hecho correctamente por la gestión anterior, era bienvenida esa presencia ahora, con un nuevo equipo de gestión más organizado, más transparente, que iba a poner fin a esos funcionarios que tenían horas que no les correspondían. Iban a dejar de querer utilizarnos como caballitos de batalla para luchas que nada tenían que ver con la Actividad Cultural, a ponernos en contra unos de otros. Somos un grupo de Trabajadores de la Cultura muy heterogéneo, con distintas ideologías y formas de encarar nuestro trabajo. Eso, lejos de ser un problema o una falencia era una ventaja que podría haber aprovechado la gestión anterior, o bien podría hacerlo ésta. Hay dos aspectos nocivos desfilando en las declaraciones de los funcionarios. Uno se genera por omisión y el otro por argumento poco válido para lo que se está reclamando. La omisión del valor social y cultural de los talleres. No se hacen por caridad ni con fines academicistas. No se pueden evaluar con notas o con cantidad de alumnos. Tienen una presencia en la sociedad, hacen a la diversidad cultural, a la igualdad, a que todos puedan participar, que la cultura no se mercantilice, que se logre semillero de artistas, que los chicos dejen la calle para ir al taller, que detrás de cada alumno hay una familia, y detrás de cada actividad hay una comunidad, y detrás de cada institución una parte de la sociedad representada. Todo eso se omite, haciéndole creer a la sociedad que este recurso no se perdió porque ahora van a llamar a nuevos talleristas y van a "refundar" la cultura. Como dijo el Secretario de Cultura Hugo Santos: "Borrón y cuenta nueva" cuando sentenció a modo de cual emperador romano a los trabajadores si quieren pensar que yo los echo, estoy dispuesto a pagar el costo político.

No es deshonesto y mucho menos ilegal la acumulación de horas cátedras/cargos, de acuerdo a la Ley vigente 761, con el fin de alcanzar una remuneración que permita llegar a fin de mes. Los ingresos de cada familia forman parte de la vida privada y nadie tiene que opinar sobre ello. Porque no se cobra por caridad, es por trabajo realizado. No se tuvo en cuenta en ningún momento los resultados obtenidos, no se puso nunca en valor lo que se hizo. En vez de eso, nos tildaron de ñoquis a todos, por cinco funcionarios y una mala gestión anterior donde los talleristas no tenían ninguna participación ni decisión. Es por todo lo expresado, que solicitamos de manera urgente ser reincorporados a nuestros puestos de trabajo y la restitución de todos nuestros derechos vulnerados por las medidas tomadas por la gestión de la gobernadora Rosana Bertone, a partir del 01 de enero de 2016.

Delegados Talleres Culturales

Fuente: gremialesdelsur.com.ar