El Secretario General de ATE y Secretario Adjunto de la CTA-A, Hugo ‘Cachorro’ Godoy, señaló que, “la decisión es inundar las calles y las rutas del país con ollas populares, particularmente en aquellos sectores donde la problemática de la producción, la soberanía y el trabajo está más afectada”.

En ese marco, sostuvo que, “estos sectores son, entre otros, las minas de Río Turbio, los puertos, el astillero Río Santiago, las centrales nucleares de Atucha y Córdoba, Fabricaciones Militares, el INTI, el INTA y los puntos donde se cortaron los programas productivos y asesoramiento técnico de agricultura familiar a partir de los despidos”.

“Culminaremos alrededor de las 15 en un acto central en Av. de Mayo y Av. 9 de Julio después de una jornada en la que las organizaciones sociales hayan instalado unas cien ollas populares desde muy temprano desde La Quiaca a Tierra del Fuego”, agregó Godoy.

Por su parte, el Secretario General de la CTA-A, Ricardo Peidro, dijo, “el Paro es una continuación del plan de lucha de la CTA-A, decidido por la Mesa Nacional. El paro es una respuesta al ajuste que lleva adelante el Gobierno, agravado por el acuerdo con el FMI que profundiza la pérdida de derechos, profundiza la desocupación con los despidos y las amenazas de las cesantías laborales”. El dirigente además agregó, “el plan de lucha junto a otras organizaciones va a continuar con el Paro Nacional Activo de los días 24 y 25”.

Peidro también habló sobre la situación de los trabajadores y trabajadoras de la actividad privada, “no solamente hay una pérdida del salario, sino una profunda preocupación por las fuentes de trabajo, ya que hay suspensiones. Las pequeñas y medianas empresas también están cercadas por los tarifazos, la apertura de las exportaciones, todo esto es consecuencia directa y se ve en la vida de los trabajadores y trabajadoras y también repercute en la caída del consumo, producto de estos planes de ajustes”.

El dirigente explicó también que, “la política económica de este Gobierno es la transferencia de recursos de los sectores más vulnerables a los sectores más poderosos. Por eso la recesión no es un efecto no deseado del Gobierno, sino que quiere bajar la inflación con la baja del consumo de los sectores populares y de la sociedad en general”.

Sobre la creciente desocupación, remarcó, “el sector privado la utiliza como un efecto disciplinador para los que todavía tienen trabajo, mientras que el Estado lo usa para cumplir con el déficit que acordaron con el FMI”.

Prensa ATE

Fuente: gremialesdelsur.com.ar