El 1 de mayo es un día especial para las y los trabajadores. Permite ligar las luchas históricas como aquella multitudinaria huelga en Chicago, en 1886, donde miles de familias obreras reclamaban por mejores condiciones de trabajo, y las demandas que hoy seguimos expresando. Es un grito de unidad contra las clases dominantes, que trasciende las fronteras nacionales y revitaliza como una sola, la historia del movimiento obrero, de nuestras luchas, retrocesos y conquistas.

En Tierra del Fuego, experiencias como la feroz represión del gobierno del MOPOF a las y los trabajadores de las fábricas que terminó con el asesinato de Víctor Choque, pasando por el manfredotismo, hasta la represión y judicialización de las huelgas docentes con Ríos y el PJ bertonista, nos permiten sacar conclusiones acerca del papel histórico del Estado como una manifestación del carácter irreconciliable de los intereses de clase y contribuye a clarificar los objetivos de nuestra lucha.

No existen gobiernos que no confronten a las y los trabajadores. La experiencia acumulada de todos estos años nos enseña que ningún Estado que no sea obrero, por más progresista que se muestre, siempre tiene la función de garantizar la dominación de una minoría sobre la mayoría de la población. Solo depende del nivel de exigencias y del lugar desde donde nos ubicamos. Eso explica que a menudo algunos sectores retoman la vieja idea de cambiar el orden “desde adentro” colaborando con los gobiernos; y aquellos que conscientemente subordinan los intereses del conjunto a sus propios intereses.

Está claro que el capitalismo con sus crisis cada vez más frecuentes y profundas desnuda su signo contradictorio, y aparece cada vez más cuestionado. Los ejemplos de las luchas de las y los jóvenes por el ambiente; por el derecho a la educación en Chile; de los pueblos en Bolivia, Francia; las mujeres en Argentina y toda América Latina; la de los pueblos originarios, muestra que de conjunto, lejos de aceptar la realidad que nos proponen, hay disposición para la lucha.

Se plantea entonces el problema del poder y la imperiosa actualidad de la estrategia. Superar la frustración y recuperar el arsenal teórico-práctico del marxismo revolucionario es una tarea que no puede esperar. Somos nosotros los que movemos el mundo.

En este momento, donde el capitalismo pretende descargar su crisis sanitaria, económica y social, sobre las y los trabajadores y el pueblo pobre, aprovechando la pandemia del coronavirus, es necesario fortalecer la pelea que ya venimos dando miles en todo el mundo, que estamos en la primera línea para que esta vez la crisis la paguen quienes han ganado millones históricamente.

Desde el PTS Tierra del Fuego participamos del acto internacionalista que realizamos junto a las organizaciones de la Fracción Trotskysta por la Cuarta Internacional, desde las 15, en simultáneo desde 14 países a través de YouTube: https://www.youtube.com/user/izquierdadiario y Facebook: https://www.facebook.com/LaIzquierdaDiario/

Nos sumamos con nuestras demandas, contra el ajuste de los salarios estatales y docentes; contra el pacto de la CGT con los empresarios que avalan una reforma laboral de hecho con rebajas y suspensiones en el sector industrial, y por una salida anticapitalista internacionalista, socialista y revolucionaria.

Prensa PTS Tierra del Fuego

Fuente: gremialesdelsur.com.ar