“Estoy en contra de los sindigarcas, los que se perpetúan en el cargo, de los que firman contratos fuera de la ley. Nunca me bancó ningún empresario, ningún sindicato, y nadie me puede acusar de que tuve vínculos con la política. No me gusta generalizar, hay políticos buenos, malos, y sindicalistas lo mismo”, se puede leer en una nota periodística publicada por el tiempofueguino.com ( https://www.tiempofueguino.com/stefani-es-hora-de-que-terminemos-con-los-sindicalistas-ricos-y-trabajadores-pobres/).

Con una mirada muy limitada del mundo laboral de la Argentina, Stefani afirma, “las conquistas sociales son para una minoría, no funcionaron, y tenemos que buscar soluciones”.

En otro párrafo de la nota, Stefani dice, “hay un montón de gente que vive de un plan, una cadena de esclavos de otro siglo”, queriendo desentenderse de la grave situación social en la que dejó a la Argentina el Gobierno de Macri, del cual Stefani fue parte, duplicando la cantidad de planes sociales otorgados durante esa nefasta gestión de gobierno.

“Este proyecto lo copié de países exitosos”, sincera Stefani en la nota sin especificar a qué países se refiere, pero reconociendo que el gobierno al que el perteneció hasta hace tan solo dos años, no aportó en nada para que la Argentina sea exitosa, todo lo contrario.

Stefani, subido al pedestal del resultado electoral de las PASO, ahonda en un estilo verborrágico en su campaña reeleccionista hacia noviembre, eligiendo en el centro de la escena al sindicalismo argentino, desconociendo la historia del movimiento obrero argentino, y dejando en claro que su posición es absolutamente funcional al empresariado anti sindical, y absolutamente obsecuente del modelo de país que propone Juntos para el Cambio.     

Fuente: gremialesdelsur.com.ar