La mujer, que se desempeñaba prestando servicio de limpieza para supermercados y universidades, denunció que la aseguradora admitió las dolencias ocasionadas por los años de trabajo en el rubro. Aunque desde la ART solo otorgaron una prestación parcial de los servicios de salud, lo que derivó en la demanda judicial.

Por su parte, la empresa de seguros alegó que una vez recibida la solicitud, se sometió a la mujer a revisión médica. Los resultados, según la parte acusada, demostraron que se trataba de una aparente “enfermedad inculpable”. Es decir, que no fue ocasionada por motivos profesionales.

La damnificada testificó ante las autoridades judiciales que las jornadas de ocho horas durante seis días a la semana dedicadas a labores de limpieza de pisos, vidrios, y manipulaciones de productos pesados, le ocasionaron lesiones a nivel de la columna vertebral.

Además, los constantes abusos, presiones y persecuciones de sus empleadores para asegurar el debido cumplimento de las tareas diarias, derivaron en un cuadro depresivo. La situación se agravó ante las amenazas de despido luego de la voluntad de sindicalización de la trabajadora.

Una psicóloga designada por el Poder Judicial corroboró el estado psíquico de la demandante, así se comprobó que cursa una “depresión reactiva de grado moderado”. Además, Peritos Médicos diagnosticaron un grado de incapacidad a razón de las lesiones que presenta a nivel lumbar, así como en el hombro y el codo derecho.

Fue la presentación y análisis de las evidencias, sumado al aporte de testigos, lo que terminó dando el visto bueno para llegar a la resolución de los magistrados.

Fuente: rionegro.com.ar