El martes 31 de octubre se conoció la sentencia y la condena a cuatro ex trabajadores de Molino Minetti por la toma de la fábrica ocurrida en medio del cierre de la empresa, ocurrido en 2019 y 2020.

La Justicia les imputó el delito de turbación de la posesión del Código Penal y dispuso un año y seis meses de prisión a dos de los trabajadores.

A su vez, se impusieron restricciones de acercamiento a los directivos de la empresa, Fernando Cornú de Olmos y Agustín Figueroa Álvarez.

“El conflicto con la empresa venía de mucho antes y como represalia al logro de efectivizar a muchos trabajadores tercerizados en el año 2015. Cuatro años después, la empresa armó y preparó -a través de dejarnos de pagar los salarios y demás obligaciones- lo que sería un lock out para, de alguna manera, lograr un resultado en el cual nosotros vayamos hacia la ocupación de la fábrica", indicó Maximiliano Gómez, un ex trabajador de Molinos Minetti, compañero de los trabajadores que fueron sentenciados y recordó que los directivos se ausentaron totalmente con falta de pago, y otras obligaciones como seguros de vida, aportes patronales, asignaciones familiares, etc.

"Todo eso sumado a que los directivos nos dejaron solos. Pero eso era parte de todo este plan en el cual lo que buscaban era dejarnos a nuestra suerte esperando tal vez que estando en la fábrica solos, nos enojemos y hagamos algún tipo de sabotaje, cosa que no pasó", expuso Gómez, que fue Delegado de los trabajadores. Al contrario, durante la toma los trabajadores cuidaron la planta y cumplieron los horarios de trabajo. Cuando los directivos volvieron, la empresa pidió audiencias con los trabajadores en donde hubo despidos y pidió un concurso preventivo de quiebra.

El ex trabajador también señaló que una vez concretados los despidos, la empresa realizó la presentación del concurso, tan solo dos días después.

"Eso nos cambió a nosotros las acreencias por nuestras indemnizaciones. Nosotros terminamos perdiendo, porque si los despidos hubiesen sido después de presentar el concurso, hubiese sido muy diferente el factor a la hora del pago de nuestra indemnización", apuntó el ex trabajador de Minetti.

Al respecto, precisó que las indemnizaciones obtenidas fueron de un 10% o 20% del total que les hubiese correspondido, si la empresa en lugar de efectivizar los despidos y presentarse en el concurso de quiebra, hubiese accionado al revés. "Estamos hablando de compañeros entre 6 y 40 años de antigüedad, que la empresa licuó a través de este concurso. No es otra cosa que una estafa", puntualizó.

"Estamos hablando de que era una época donde se estaba dando una fiesta con la bicicleta financiera y Minetti no escapó a esa timba. Por lo tanto nos hizo parte de eso. Nuestros salarios se fueron hacia esas especulaciones. Estamos hablando de todo lo que fueron los bonos, las Lelic, los plazos fijos que eran con tasas de intereses muy rentables en aquel momento y con compra de dólares que no tenía tope. Todo eso fue hecho con nuestros salarios", comentó el ex Delegado y apuntó, “en ese momento no solo Minetti llevó a cabo un accionar similar, sino que empresas como Vicentín y Molino Cañuelas obraron de la misma forma, despidiendo trabajadores y presentándose a concurso preventivo de quiebra”.

"Ese era el contexto que había en ese momento y sin embargo a los que se les acusó de haber tenido cuestiones electoralistas es a los trabajadores, cuando ellos hicieron una fiesta con toda la especulación que hicieron en aquel momento", subrayó Gomes.

La causa judicial y las condenas

En este marco, y luego de un largo conflicto, hubo 18 imputaciones por “turbación de la posesión continuada”, y “daños” contra los propietarios, y cuatro de ellos llegaron a juicio.

Luego del debate oral, realizado entre el 9 y el 11 de octubre, llegaron las condenas a Enrique Gómez y a Cristian Daniel Jamud, ambos Delegados gremiales, les dieron un año y seis meses de prisión condicional a cada uno; y a Juan Abel Álvarez y a Martín López, empleados, un año de prisión condicional.

A los dos primeros se los condenó como “coautores” de los hechos, y se les impuso además restricciones de acercamiento a los propietarios del Molino. Mientras que los otros fueron sentenciados como “participes necesarios” y también se les impuso restricciones de acercamiento.

Fuente: elresaltador.com.ar