Después de 1 año y 10 meses de hacer “la plancha”, y de navegar en la incertidumbre de qué rol adoptar, si ser dialoguistas o confrontar con el Gobierno de Milei, la CGT nacional se apresta a un cambio de conducción.

En los últimos días la dirigencia de la CGT debatía si mantenía el formato de conducción modelo “triunvirato”, o si volvían a un modelo de conducción unipersonal, algo que finalmente no ocurrirá porque no hay un dirigente que pueda concentrar el consenso mayoritario para que eso ocurra.

Varios sindicalistas nacionales que integran la CGT vociferaron en las últimas jornadas expresiones de rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno de Milei, pero solo eso, declaraciones públicas pero ningún anuncio de acción gremial. Y es lógico, si no hicieron nada en 1 año y 10 meses, que se podría esperar a horas de que definan el nuevo enrosque gremial?

Lo cierto es que en la práctica, algunas reformas en condiciones laborales, modificaciones de Convenios Colectivos, y firma de acuerdos salariales por debajo de la inflación oficial han ocurrido en el país, y todo esto con la complicidad de gran parte de la dirigencia nacional que integra la CGT.

Seguramente habrá nuevas caras en el triunvirato de la CGT, pero detrás de ellos seguirán estando los dirigentes más traicioneros a los intereses de los trabajadores en toda la historia del movimiento obrero organizado de Argentina: los Hugo Moyano (Camioneros), Rodolfo Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), Sergio Romero (UDA), Luis Barrionuevo (Gastronómicos), entre otros.

En definitiva, el modelo cegetista tendrá un “cambio de figuritas” para que nada cambie. Ganarán algunos titulares en medios nacionales pero seguirán siendo los mismos traidores a la clase trabajadora.

Fuente: gremialesdelsur.com.ar