28.12.2016 | Nacionales | SEGURIDAD PRIVADA
Intervinieron el sindicato de vigiladores privados
El Gobierno nacional intervino mediante la fuerza pública el sindicato de vigiladores privados. En un procedimiento ordenado por el Juez Federal Claudio Bonadio, quedó desplazado el jefe del gremio, Ángel García, junto con los directivos de la conducción nacional. Se trata del desenlace de una disputa histórica entre dos líneas internas del gremio, la encabezada por García -ladero histórico de Luis Barrionuevo- y la de un ex aliado y ahora rival, Leónidas Riquelme.
La Unión del Personal de Seguridad (UPSRA) se transformó así en el segundo gremio intervenido por el Gobierno luego del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), cuyo ex Secretario General, Omar "Caballo" Suárez, cumple prisión preventiva mientras aguarda el inicio de un juicio en su contra como presunto jefe de una asociación ilícita acusada de estafas y coacciones. Como interventor de UPSRA quedó designado Rodolfo Alonso, un dirigente radical alineado a Enrique "Coti" Nosiglia.
En el ámbito de la CGT, el de vigiladores privados es un gremio intermedio, con unos 55 mil afiliados repartidos en 32 seccionales de todo el país. Pero es una organización estratégica por contar entre sus filas en buena medida con exintegrantes de las fuerzas de seguridad y militares. La intervención se concretó tras una larga disputa entre las dos líneas internas y luego de que se frustrara la realización de las elecciones previstas para el 26 de noviembre pasado.
La labor de Bonadio se limitó a garantizar el ingreso de Alonso y de un escribano al edificio de UPSRA en Tucumán 3689, en el barrio del Abasto. Así quedó iniciada formalmente una intervención que había dispuesto el Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, hacía más de un mes bajo el argumento de la acefalía en la jefatura del sindicato. Las elecciones habían quedado truncas por la imposibilidad de las dos listas de conformar una junta electoral tras sendas asambleas en las que hubo acusaciones cruzadas de amenazas de todo tipo.
Ángel García había perdido tiempo atrás el respaldo de Barrionuevo, junto a quien había cobrado visibilidad como integrante de su CGT "Azul y Blanca", el sello que creó el gastronómico para rivalizar con Hugo Moyano y los "gordos" de la central obrera durante el kirchnerismo. Esa pérdida de apoyo explicaba parte del crecimiento interno de su rival, Riquelme, y las complicaciones para llevar adelante la elección. El conflicto también volvió a cruzar las figuras de Barrionuevo y Nosiglia, de entendimientos recurrentes en las últimas décadas.
Con la intervención se interrumpe un mandato de García que suma tres décadas y que en el último tiempo acumuló cuestionamientos internos y acusaciones de presuntos vínculos con barras bravas del club Berazategui, envueltos en 2014 en el asesinato de un hincha de esa institución, Diego Kity Villa. Incluso semanas atrás hubo un intento de acuerdo con la línea opositora encabezada por Riquelme, pero la negociación terminó cuando García sólo ofreció dos vocalías en la futura conducción de la UPSRA.
El interventor Alonso había intentado en varias ocasiones ingresar a la sede del sindicato y cada vez fue echado por el personal a las órdenes de García. Bonadio se valió de una denuncia del funcionario designado por Triaca por una presunta intrusión en la organización para ordenar la entrada junto con personal de fuerzas de seguridad. El magistrado enviará a continuación la causa a sorteo a un juzgado ordinario para continuar con las pesquisas.
Fuente: ambito.com