10.06.2018 | Regionales | CONTRA EL ACUERDO FMI/GOBIERNO NACIONAL
“El FMI no es Cáritas ni la Cruz Roja”, Alejandro Garzón
El Secretario General de ATE Santa Cruz evaluó negativamente el acuerdo alcanzado por la Nación con el Fondo Monetario Internacional y remarcó, “no hacen beneficencia o ayuda humanitaria” por lo que aseveró “habrá ajustes, mayor desocupación, y una profunda crisis social y económica que padecerán todos los argentinos”.
“Dicen que el hombre es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, y la vuelta al FMI es prueba de ello.
Nos venden el acuerdo diciendo que Argentina otra vez está integrada al mundo, pero no dicen lo que le costará a los argentinos cumplir con las pautas del FMI; porque gratis no será. El FMI no es Cáritas ni la Cruz Roja, no hacen beneficencia ni ayuda humanitaria. La Argentina va a tener que cumplir con una serie de requisitos y eso ya sabemos que significa ajustes, mayor desocupación, y una profunda crisis social y económica.
Este acuerdo con el FMI va a profundizar la agenda de recortes sociales que ya venía aplicando el Gobierno de Mauricio Macri, con despidos de trabajadores, una reforma previsional que afecta a sectores muy vulnerables como lo son los jubilados y pensionados, y una reforma laboral que tendrá como único fin achicar y ajustar sin pensar en la gente que se quedará sin trabajo en la calle.
No tengo dudas de que este acuerdo es un salvavidas de plomo que llevará a terminar de hundir la economía y el sistema financiero del país y de todas las provincias.
Este pacto que firmaron tan contentos solo va a dejar una enorme deuda que terminarán pagando por años los trabajadores argentinos, estamos frente a un proceso de recolonización: Más pagamos, más debemos y menos tenemos. Va a generar más incertidumbre, ¿qué sentido tiene?.
Es hipócrita que nos digan que vamos a estar mejor con este pacto económico de 50 mil millones de dólares. Ni más tranquilos, ni mejor. Porque todos sabemos que esa plata no va a ir a parar al bolsillo de la gente.
Y esto no es una ocurrencia mía. Basta con ver la historia entre el FMI y Argentina en casi 60 años de historia, que fue siempre nefasta y este ente financiero ha estado involucrado en la mayoría de las crisis de nuestro país.
En 1991 el FMI aprobó la convertibilidad, el plan económico diseñado por el Gobierno del entonces Presidente Carlos Saúl Menem y su Ministro de Economía, Domingo Cavallo, para terminar con la hiperinflación. El peso se ancló al dólar, lo cual se acompañó de un agresivo plan de privatizaciones y achicamiento del Estado.
La derrota electoral de octubre de 2001 debilitó al Gobierno del Presidente Fernando de la Rúa. El Fondo cortó la asistencia al país. La crisis de 2001 llevó al recordado “corralito financiero” que impedía a los argentinos disponer a discreción de sus ahorros en las entidades financieras. El Presidente renunció en medio de enormes manifestaciones, huelgas y saqueos. Argentina decretó entonces el default de su deuda externa.
El 3 de enero de 2006, el Presidente Néstor Kirchner canceló esta deuda -ilegítima- con el Fondo Monetario Internacional por más de 9.800 millones de dólares. No se animó a revisarla desde el Congreso, sólo la pagó. Una década después el Gobierno de Mauricio Macri aceptó retornar a las revisiones anuales del FMI, suspendidas desde 2006.
Si volver a estar insertos en el mundo, es a costa de ajustar a los trabajadores, complicar toda la economía de una Nación y generar despidos y una crisis comercial y financiera de todos los sectores, era preferible seguir sin depender de las exigencias de un organismo que no piensa ni en los argentinos ni en mejorar su futuro. Ellos prestan plata y eso es lo único que les importa: cómo la vamos a devolver y qué garantizamos a cambio. Hemos retrocedido como país”.
Alejandro Garzón, Secretario General ATE Santa Cruz.
Fuente: gremialesdelsur.com.ar