El asesinato de la agente Cinthia Choque y las graves heridas que sufrió su compañero Santiago Siciliano, ambos embestidos en un control por Eugenio Veppo el pasado 9 de septiembre, llevaron a la superficie una situación de extrema precarización y maltrato laboral por parte del Gobierno de la Ciudad con los agentes. Contrataciones mediante monotributo, agotadoras cargas de trabajo, situaciones de inseguridad ante la falta de presencia de efectivos policiales en los controles, persecución a aquellos que protestan, uniformes de mala calidad, son algunos de las situaciones con la que conviven los agentes.

“La semana pasada despidieron a más de 50 compañeros”, indicó Daniela Huerta a Radio Gráfica, una de las agentes de tránsito que fue parte de la protesta. “Todos los despedidos son monotributistas, ninguno de planta transitoria o permanente”, agrega. Las tres formas de contratación, donde el más precarizado es el monotributista, existe una situación intermedia con la planta transitoria y siendo la permanente la que da mayor estabilidad laboral.

La Ciudad cuenta con 2.800 agentes de tránsito, “de los cuales el 70% es monotributista”, describe Huerta. Situación que los deja en mayor precariedad en la continuidad laboral y que, también, evita al Gobierno de la Ciudad el aporte de todas las contribuciones patronales. “Todos los despedidos son monotributistas, ninguno de planta transitoria o permanente”.

Tras el asesinato de Cinthia Choque, los trabajadores avanzaron en organización con un reclamo que tomó visibilización pública. “Después de las protestas que hicimos pasaron a planta transitoria algunos compañeros que habían ingresado en 2013, 2014 y 2015. Algunos de estos compañeros que iban a pasar a planta transitoria fueron despedidos sin causa. Inventaron médicos truchos, causas injustificadas para poder echarlos”, indica Huerta.

En diálogo con Radio Gráfica, uno de los despedidos, señaló, “después del asesinato de nuestra compañera, salió a la luz el esquema de precarización en esta repartición. Nos organizamos y a partir de allí comenzó una ola de represalias y persecución. Suspensiones, despidos de modo muy arbitrario, vinculados a quienes habían elegido como referente los demás compañeros”.

“El comienzo con estos despidos es un proceso que todavía puede continuar. Hubo un fallo de la Jueza López Vergara que ordenó que no desmejore la situación de los trabajadores, que correspondía pasarnos a planta, pero no llegamos a esa discusión, nos echaron antes”, se lamenta.

“Esa misma Jueza indicó sobre cuestiones de seguridad y salud. El Gobierno de la Ciudad no hizo nada en esos puntos”, señaló uno de los trabajadores despedidos que prefirió no dar su nombre.

“Vamos a continuar peleando por la reincorporación. No se puede aceptar esta situación, ni el destrato ni la precarización que sufrimos”, concluyen los trabajadores. Una pelea dura, ante un Gobierno, que busca extender la precarización laboral y neutralizar las protestas.

Fuente: radiografica.org.ar