Los molineros, que reclaman 6 meses de salarios impagos y deuda de aguinaldo y otros ítems, reclaman que se reabra la planta pero el empresario insiste en judicializar la situación.

Ahora contrató a la escribana María Leonor Benedetto y pagó adicionales a la policía con los que rodeó las instalaciones. Cerró los portones y dejó dentro a los trabajadores en una clara privación de la libertad.

Hace más de 5 meses que los trabajadores del Molino no cobran sus haberes y no tienen cobertura de obra social. A principios de noviembre, la empresa notificó el despido de los 150 operarios y solicitó un concurso de acreedores.

Los empleados se habían quedado en las instalaciones en una toma pacífica para asegurarse que no haya vaciamiento y que no desaparezca lo que, a esta altura, es su única garantía de cobro.

A  través de las redes sociales, los trabajadores exigen la presencia del Fiscal Tomas Casas, del Distrito 2, Unidad Judicial 7 de Córdoba, para que explique las razones del accionar de la policía de Córdoba.

Fuente: gremialesdelsur.com.ar