El hombre de 40 años murió atropellado el martes en la esquina de Luis Viale y San Martín en la Ciudad de Buenos Aires, mientras realizaba repartos para la empresa Glovo. Su muerte es la quinta desde que comenzó la cuarentena. En promedio, cada dos semanas muere atropellado un repartidor.

“No son simples accidentes, son asesinatos laborales. Nos empujan a trabajar jornadas interminables y a las apuradas, compitiendo entre nosotros, por pagos insignificantes”, expresaron desde la Agrupación de Trabajadores de Reparto, quienes vienen desarrollando distintas medidas de fuerza, como movilizaciones y paros, para visibilizar las condiciones en que deben realizar su trabajo, considerado esencial en el marco de la pandemia.

“No tenemos ART, no tenemos cobertura médica, ni derechos. Somos trabajadores, no somos héroes ni colaboradores, y nos estamos muriendo, nos están matando. Llevamos mucho tiempo organizando nuestros reclamos, le dimos aviso al Gobierno, al Ministerio de Trabajo, donde tenemos 3 números de expediente, y a las empresas pero no se hacen cargo. Mientras tanto salimos cada día con la soga al cuello”, advirtieron.

Las denuncias por las condiciones en que los trabajadores de reparto deben realizar su labor no son nuevas, pero la pandemia y el aislamiento las han agravado aún más: falta de elementos de higiene, contratos informales, salarios no fijos ya que dependen de la cantidad de pedidos que entreguen por día (En el caso de Rappi, por cada reparto que hacen a los trabajadores les quedan 40 pesos), y condiciones de trabajo peligrosas.

“Para que te rinda el día tenés que tener dos cuentas. Yo estoy en Glovo y Rappi, que lo que te hace es darte un tiempo hasta llegar a donde tenés que retirar el pedido. Si tardás mucho te pueden cancelar el producto y lo perdés. Todo eso influye en tu puntaje, que es lo que determina la cantidad de horas que podes agarrar para trabajar y la cantidad de pedidos que vas a tener. Todo está diseñado para que te tengas que apurar”, explicó Marcelo, trabajador de Glovo, integrante de La Red de Trabajadores Precarios e Informales dentro de la Asamblea Nacional de Repartidores, en diálogo con La Izquierda Diario.

En el mismo sentido se expresó Ariel, también trabajador de Glovo e integrante de La Red, "da muchísima bronca, la precarización nos mata, destruye familias. La muerte de Jorge era evitable, no fue simplemente siniestro vehicular. Nos solidarizamos con la familia del compañero y queremos que sepa que estamos para lo que necesiten. Vamos a exigir justicia por él y por todos los trabajadores que se llevó la precarización. Glovo Argentina es responsable”.

Actualmente en Argentina hay más de 130 mil trabajadores de reparto para las empresas Rappi, Pedidos Ya, Glovo y Uber Eats.

Fuente: redeco.com.ar