La planta fabril ex Ambassador en Ushuaia, adquirida por el Grupo Mirgor, sigue envuelta en la incertidumbre, según expresó la ex trabajadora y representante de sus compañeros, Sandra Ragusa, quien reveló detalles sobre el proceso de compra y las condiciones actuales de los empleados.

"Ambassador ya desapareció. El 22 de enero del 2023 se vendió la planta. Todos saben que hubo un concurso preventivo mediante, después hubo un cramdown y se llegó a una quiebra. Terminó comprándola Mirgor, se quedó con la quiebra y los 59 trabajadores pasamos a pertenecer a Mirgor", explicó Ragusa.

Sin embargo, la situación de los trabajadores es incierta, "nosotros por el momento no tenemos novedades, solamente que pertenecemos porque estamos cobrando un sueldo. Estamos cobrando tal cual se acordó en la quiebra ante el Juez, que el grupo o la empresa que adquiriera Ambassador tenía que tomar a los 59 trabajadores por un contrato de un año y medio".

A pesar de que ha pasado más de un año, la falta de información sobre su futuro preocupa a los empleados, "ya llevamos un año y un poquito más, pero no nos dan muchas novedades. Siguen pagando el sueldo y eso caducaría en julio del año que viene. Ahí se cumpliría el año y medio más o menos para saber qué va a hacer la empresa con los trabajadores, si los va a seguir contratando o cuál va a ser la situación".

Modificaciones edilicias

Según compartió Ragusa, “la planta aún requiere modificaciones edilicias y de servicios para que se pueda volver a poner en funcionamiento, por el momento no está produciendo porque la planta necesita, o en su momento necesitaba, refacciones. Es un edificio que se inauguró en el 94. En ese entonces la empresa que estaba era precisamente Ambassador, operada por los chinos. Nunca le hicieron mejoras ni arreglos. Entonces, para las especificaciones o los requerimientos que tiene Mirgor, es necesario modificar un montón de cosas: cloacas, electricidad, muchas cosas dentro del edificio. Aún no sabemos qué es lo que van a producir, pero sí sabemos que la están acondicionando".

Sin comunicación empresarial

También aclaró que la comunicación con representantes de la empresa es escasa o limitada, "la comunicación es muy escueta. La empresa solo se comunica cuando hay alguna duda del cobro de sueldos. Cuando alguien tiene alguna duda o no puede ver el recibo de sueldo, ese tipo de cosas. Pero cuestiones de qué van a producir, cuáles son los planes de la empresa, nunca. Tampoco al día de hoy comunican nada".

Sin intervención gremial

En cuanto al gremio que debería representarlos en su conflicto, la Unión Obrera Metalúrgica, Sandra Ragusa lamentó una vez más la falta de apoyo, "también convengamos que acá hay un gremio que es la UOM Ushuaia que también debería estar al frente y debería estar al tanto de toda esta situación. Ellos nos abandonaron desde el día 1 en la lucha, y tampoco hoy se juegan por los trabajadores, por lo menos por la gente que está contratada".

Fuente: eldiariodelfindelmundo.com