08.06.2017 | Nacionales | CHOFERES DE COLECTIVOS
Quinto día de paro en un conflicto que sumó 66 despidos en el transporte de Córdoba
La UTA mantiene la huelga. Desconoció otra intimación de Trabajo y recibió aval de Luz y Fuerza y de otros sindicatos estatales. La Municipalidad armó un esquema de contingencia, de los barrios al Centro.
Por quinta jornada (cuarta consecutiva), la ciudad de Córdoba sigue sin servicio de transporte urbano debido al durísimo paro que lleva adelante un grupo de delegados de los choferes desde el pasado viernes.
Ni la andanada de despidos que empezaron a notificar las empresas prestatarias del servicio logró intimidar o disuadir a los trabajadores para que modifiquen su actitud. Los choferes los ignoraron, auto convencidos de que eso será materia negociable en el futuro.
Tampoco surtió efecto un ultimátum, que pasadas las 19 les lanzaron desde el Ministerio de Trabajo, la Municipalidad y las empresas prestatarias, tras una reunión entre ellos, en la que también participó Jorge Kienner, enviado de UTA nacional.
En ese caso, los intimaron a levantar el paro en el término de dos horas, bajo apercibimiento de cancelar todo tipo de audiencia de negociación, incluida la prevista para el viernes en el marco de la conciliación obligatoria que los delegados nunca acataron.
Ajenos a esa movida, los choferes autoconvocados frente a la sede de UTA ratificaron la continuidad del paro. Y la gran novedad política fue que sumaron la adhesión de Luz y Fuerza, que con el dirigente Gabriel Suárez a la cabeza sumó una columna a ese campamento. También se sumaron el Surrbac, militantes del Suoem y otros gremios.
Estos nuevos ingredientes le daban al conflicto un fuerte condimento político, que amplifica el impacto y sus derivaciones.
Hasta noche, se habían informado al menos 66 desvinculaciones: 32 en Tamse, 10 en Ersa, 10 en Autobuses Córdoba, y 14 en Coniferal. Y había promesas de nuevos telegramas y notificaciones.
Fuente: lavoz.com.ar