17.05.2020  |  Ushuaia  |  CORONAVIRUS

El otro aspecto de la pandemia

“Rechazo a toda medida que toque derechos laborales, que no se cumplan acuerdos homologados como en el caso de la docencia, rechazo a las rebajas salariales de la CGT y la UIA avalados por el Ministerio de Trabajo”, Horacio Catena.

En cinco (5) publicaciones a las que les di el título de -Las Vacas Sagradas- intento marcar claramente con ejemplos simples y nombres propios quienes deben hacer los “esfuerzos” en estos momentos. Dejó claramente establecido el rechazo a toda medida que toque derechos laborales, que no se cumplan acuerdos homologados como en el caso de la docencia, rechazar las rebajas salariales de la CGT y la UIA avalados por el Ministerio de Trabajo.

Dije que es necesario proteger a los sectores del trabajo y la producción, consecuentemente impulsamos las medidas gremiales en la docencia como fue el llamado apagón virtual, o paro virtual, que luego se convirtieron en “retenciones virtuales” y luego fueron adquiriendo diversas formas novedosas de protestas. Éstos, que podríamos llamar ensayos de protestas virtuales, tienen una importancia estratégica hacia el futuro, ya que demostraron que, en algún punto, la soberanía total del conocimiento social, sociocomunitario, socioambiental, socioeducativo lo tiene él y la docente.

Este dato otorga un poder a la docencia organizada que puede ser clave en distintos escenarios, tanto en las condiciones actuales como en las futuras.

Luego de esta breve introducción, quiero ensayar un aporte al debate que nos atraviesa.

La pregunta es: ¿Volver a la “normalidad”? como plantean los formadores de opinión y las grandes empresas o ¿Construir, ir, hacia una nueva normalidad o habitualidad?

No se vuelve, aunque la palabra no es inocente, y lo que está detrás de ese “volver” es que aceptemos que esa “normalidad” que nos trajo esta pandemia, significa miles y miles de muertes. Esa “normalidad” es “volver” a que los salarios son lo primero que se toca en una crisis, tal como en nuestros casos concretos. Esa “normalidad” significa que la preocupación principal sea tener un plato de comida garantizado. Esa “normalidad” es no tener acceso a una vivienda mientras unos pocos concentran decenas o cientos de propiedades. Esa “normalidad” es endeudarse para comer y que los dueños de los bancos paguen el mismo porcentaje en impuestos que un pequeño emprendedor. Y así podríamos seguir enumerando. Eso que llaman o llamaban “normalidad” significa sufrimientos, postergación y muerte para las mayorías populares, para que un puñado de individuos, dueños de -Las Vacas Sagradas-, vivan en la abundancia. Los ejemplo deben ser simples y claros, complicar lo simple sólo es engañar.

Analicemos ahora  “El Otro Aspecto De La Pandemia”. Hay una silenciosa, implacable y profunda guerra comercial entre EEUU y China donde además actúan otras potencias. La misma tuvo varios episodios y anuncios de encuentros y acuerdos entre Xi Jinping y Trump. Los supuestos acuerdos, tal como sucede en las disputas interimperialistas, se rompen con algún hecho, generalmente con ocupaciones o enfrentamiento militares.

En medio de esta guerra comercial, en mi opinión, hay un aspecto a considerar, un proceso que la pandemia aceleró.

Ahora bien, ¿qué aceleró la pandemia?

Aceleró la imposición de lo que algunos y algunas llaman el capitalismo de plataforma.

Esto es, la incorporación a gran escala, diríamos a escala mundial, de múltiples formas de operaciones que tímidamente se empezaban a proyectar y que se aceleraron drásticamente. En esta publicación pondré sólo algunos ejemplos: las compras online se multiplicaron exponencialmente, la utilización de las más diversas formas de pago virtual, la no utilización del efectivo, las plataformas educativas, el teletrabajo llegó para quedarse (hay quienes dicen que no menos del 25% o 30% quedará luego de la cuarentena), el control social y el control total de las y los obreros que ya se está utilizando y se profundizará en los llamados protocolos para la vuelta a la producción.

¿Y en la Educación? La utilización de dispositivos a distancia o el modo de educación por plataforma no son novedad, existen desde hace tiempo en distintos niveles y para cuestiones muy particulares. Lo novedoso es la masificación en todos los niveles y modalidades en gran parte del mundo. De allí sacarán “sus” conclusiones y, en consecuencia, “sus” programas educativos al servicio de este “nuevo mundo productivo”.

Estos adelantos deberemos combinarlos con la vuelta a la normalidad presencial en las escuelas, que será con menor cantidad de chicos por aula y con más turnos para evitar la masividad. (Ver La Educación Pública en la “nueva normalidad”).

La menor cantidad de chicos por aula ya está contemplado en los convenios colectivos, pero no se respeta por la falta de inversión e infraestructura. En estas cuestiones es donde  las y los trabajadores debemos pensar colectivamente, pensarnos en ese colectivo, heterogéneo y diverso, para poder discutir, proponer, luchar y construir un camino hacia una nueva normalidad.

Mienten cuando dicen que no se puede salir rápidamente de la crisis económica mundial, nacional o provincial.

Se tardará mucho o no se saldrá, si las políticas que se implementen se piensan solamente para conservar los privilegios y sostener y profundizar las desigualdades, si no se pone en marcha un plan de desendeudamiento de los sectores populares y siguen beneficiándose los dueños de las -Las Vacas Sagradas-, si los terratenientes siguen con sus privilegios especulativos y parasitarios, si no se privilegia un plan de desarrollo, industrialización y fortalecimiento del Estado a través de la recuperación de las palancas claves de la economía.

Ahora no son pocos los gobiernos de Europa que van al rescate de las aerolíneas de bandera para que vuelvan a estar bajo control del Estado, lo mismo ocurre con el sistema de salud. 

En nuestro país, y en nuestra provincia, es posible salir de la crisis con cambios que favorezcan a las mayorías. Ejemplos:

*Trabajar menos cantidad de horas para trabajar todos.

*Jornadas laborales de 6 horas con salarios acordes al costo de vida. Esto ya se hizo en otros lugares del mundo con éxito.

*Intervención del Estado en la determinación de las tasas de rentabilidad o ganancias de todos los rubros productivos. El Estado fuerte, presente, protector de los desprotegidos y al servicio de las mayorías y controlado por éstas. Hay experiencias que demuestran de qué forma el Estado dotó al país de industrias estratégicas y de un sistema de salud y educación pública modelos para el continente. 

*Fábrica provincial de alimentos con mercados estatales. También existieron en TDF, en particular en mercados o supermercados.

Solo en estos ejemplos, aunque se puede desarrollar mucho más, se demuestra lo que significa  poner el desarrollo de tecnología al servicio de las mayorías, y es aquí donde el sistema educativo jugará un rol central y estratégico. La docencia fue capaz de atender en Educación lo que el Estado no pudo. (Ver La Educación Pública en la “nueva normalidad”).

Del mismo modo que las y los docentes, en similares condiciones, las y los trabajadores de la salud son capaces de atender y dar respuestas a toda la población. Fue sólo en estas condiciones que desde el Estado los valoraron y les respetaron un acuerdo salarial y les compraron los insumos que nunca deberían haber faltado.

Imaginemos, solo por un momento, lo que sería de la salud pública si en lugar de garantizarle el negocio a los sistemas de salud privados, se invertiría en lo público.

La pandemia aceleró la guerra comercial e instaló fuertemente desigualdades, tanto entre los países como entre la población. Pero se demostró una vez más, que ser una superpotencia no le garantiza a su población las condiciones de vida dignas y que los  países oprimidos o del tercer mundo pueden dar respuesta a su población.

Para lograr que el desarrollo del “Capitalismo de plataforma” no genere más desigualdades, exclusión y pobreza, la educación debe ser y será estratégica.

Por eso debemos protagonizar y construir colectivamente la “nueva normalidad”, para esto -Las Vacas Sagradas- deben dejar de serlo.

 

La Educación Pública en la “nueva normalidad”. La soberanía del conocimiento

Si queremos poner el desarrollo de la  tecnología al servicio de las mayorías, es aquí donde el sistema educativo jugará un rol central y estratégico.

Por eso es que, rápidamente desde nuestra organización SUTEF, nos disponemos a escuchar a nuestras compañeras y compañeros, porque son los creadores de esta nueva “normalidad” en la provincia en medio de una emergencia sanitaria, sin recursos del Estado y sin lineamientos.

Sin nada, sin esperarlo, sin prepararse y sin ayuda del Estado, las y los docentes, en 24 o 48 horas, fuimos capaces de resolver lo que el Estado no pudo. Los y las docentes pusimos en marcha un sistema que llegó a los hogares de las más diversas formas, con esfuerzo y creatividad. Es en ellas, en ellos, en mis compañeras y compañeros, donde anidan las soluciones.

Imaginemos, solo por un momento, lo que seríamos capaces de crear si se pusiera todo lo que siempre prometen y nunca cumplen en el sistema público de educación.

Ahora bien, los dichos en los últimos días del Ministro de Educación de la Nación, sin ser claro ni preciso, y la tendencia mundial van dando una clara orientación. El teletrabajo no se irá con el levantamiento de la cuarentena, parte importante seguirá, eso es lo que deja entrever el Ministro Trotta.

El teletrabajo, esta modalidad que llegó masivamente y se instaló en nuestro país en los hogares de los más de un millón de docentes y más de 15 millones de alumnos dejó claramente marcado el nivel de desigualdad, la brecha tecnológica existente y la saturación por estrés de las y los docentes entre otras problemáticas.

La docencia tiene un gran desafío, y es el de dar la pelea junto al resto de la sociedad para que estos avances sean democratizados y el acceso a los mismos estén garantizados por medio del Estado en los distintos bienes y servicios que se necesitan para disponer de ellos. A su vez, en términos pedagógicos, claramente se deberán generar capacitaciones gratuitas y en servicio, y a la vez, una revisión de programas de estudios. Esto último a través de múltiples intervenciones de la docencia donde la misma pueda volcar todo lo realizado, todas las falencias y problemas con los que se encontró al momento de implementar las actividades.

Un cambio profundo se está produciendo en el mundo, esto también ocurrirá en educación. Nosotros debemos mantener en alto la exigencia de una Educación pública, gratuita, laica, científica y popular con condiciones dignas para enseñar y aprender. Una educación con una fuerte inversión en el sistema educativo, con salarios dignos que nos saque de la pobreza, en la que hoy estamos los y las docentes de toda la República Argentina.

Democratizar y defender la soberanía del conocimiento. Soberanía que de la cual se nos ha privado, que la Nación ha perdido y resignado debido a la política de entrega y dependencia. 

 

Horacio Catena

Secretario de Organización de CTA-A Nacional

Secretario General de CTA-A Tierra del Fuego

Secretario General de SUTEF  


Fuente: gremialesdelsur.com.ar

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